¡¡Hoy es mi cumpleaños!! Celebro mis 29 años, todo el mundo me felicita pensando ya en los 30, ¿30? ¡qué número tan bonito! (muchos pensarán darme miedo con éso de "y ahora mismo los 30" ¡¡no me dejan disfrutar de mis 365 días diciendo que aún ¡soy una veinteañera!) El 29 es el último año de la veintena, una veintena que sin duda dejaré con añoranza pero con vistas a empezar otra década no menos emocionante y con pasos firmes que marcarán a toda una humanidad, puesto que ser madre está dentro de ésa lista, y ya se dice que algo tan insignificante como el aleteo de una mariposa modifica las fuerzas naturales de todo el planeta.
Qué poca consideración se le tiene a los 29 años, pues éste vive ante la sombra de los colosales 30 y empequeñecido ante todos los que tiene delante que le miran burlones diciéndole que ya se le van a empezar a notar las arrugas. Pues no, 29 son 29 y no son 30, es más, ahora mismo son más casi 28 que 30.
Yo pienso darle a mis 29 el recocimiento que se merece, y viviré pensando en mis 29 no en los 30 ni en los 28 que ya pasaron.
Mis 29 años serán sin duda, maravillosos, que pasarán igual de largos que los anteriores, aunque la mayoría diga que a cierta edad los años pasan volando. No sé cuándo exactamente es que se acelera el reloj y los minutos pasan a doble velocidad, unos dicen que a los 18, otros a los 25, otros a los 30. A mi todos siempre me han pasado al mismo ritmo; VELOCES. Pero será que los años cuando son buenos, son más llevaderos y nos da la sensación que pasan mucho más rápido. La felicidad es aire y la tristeza tierra, por ello lo que es aire pesa menos y se evapora.
Estoy feliz, mi cumpleaños siempre ha sido para mi una fiesta que se refleja interna y externamente. Cumplir años no me supone un trauma, no, cuando se han vivido plenamente. Imagino que cuando pasan los años y te ves postrada en la misma silla y que las cosas ni han cambiado, ni han mejorado, empieza a frustrarte el pasar del tiempo, y más cuando éste se refleja en la cara y no en el pasaporte.
Pero gracias a Dios, no es mi caso, no, puesto que creo que la edad se lleva por dentro y ya que las células son lectoras de nuestro pensamiento y acatan nuestras órdenes obedientes, las tengo "engañadas" y creo que ellas, tanto como yo, saben que los 29 se llevan igual de bien que hace 10 años menos cuando eran 19. ¡¡Y es que la juventud es también el reflejo de un estado de ánimo!!
Me siento joven, capaz, fuerte y pasional.
El cumpleaños es un pequeño día de homenaje. Hoy me permito comer queques, dulces y estrenar ropa, hoy soy el centro de atención de mi casa, mi familia, mis amigos. Hoy te homenajean con palabras bonitas en los sms y en el facebook, hoy te llaman personas que no te llaman sino en navidad y en tu cumpleaños, pero son igual de bienvenidos, hoy tus compañeros de trabajo vienen a darte dos besos, en resúmen; un día diferentemente, especial.
Gracias vida por regalarme un añito más con salud, con alegría y con buenas personas con quien poder celebrarlo. Ahora pienso que a quien debo de felicitar es a mi propia madre, pues el mérito no fue haber nacido hace 29 años, el mérito lo tiene ella por haberme dado la vida y luchado para que el día que abrí los ojos todo fuera perfectamente.
Hoy, hace 29 años a las 8.00 de la mañana (puntual hasta para nacer) nací al ladito de otra persona que es mi hermano gemelo, mi otra mitad, pero una mitad pegada a la inversa del final del otro, pues somos tan diferentes que la igualdad de los gemelos no la respetamos ni en el físico, ni en el carácter ni en ná de ná. Pero sí en que he compartido la experiencia única de comenzar a hacer historia al lado de otra persona a quien le llamo orgullosa, Hermano.
Feliz día a todos, el mío comenzó anoche a las 00.00 horas y aún continúa siendo una gran fiesta, que como buena afortunada, le ha caído en viernes, y encima con un puente a la vista.
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