Ojalá tuviera yo una... no dudaría en usarla a cada instante. Cuando alguien se pone pesado al volante... tilínnnnnnn tilín....***** cuando mi jefa viene con un humor de perros y me habla tan irónica... tilínnnnnnn tilín **** cuando la cuenta está llegando a números rojos tilínnnnnn tilínnn** cuando el coche tiene la aguja de la gasolina baja tilínnnnnn tilínnnn***** la casa patas arriba tilínnnnnn tilín...***** y cuando pasan desgracias sin duda agradecería tener una.
Pero lo cierto es que aunque tenga alas... me falta lo más importante y es la varita mágica. Muchos de mis amigos me llaman "hada" y me encanta que me llamen así y aunque no puedo cambiar las cosas, lo mejor es que he podido aconsejarles en ciertos temas y quizá anticipé el uso de la varita mágica actuando desde el pasado para poder modificar el presente y en consecuencia el futuro. Aunque en realidad la única varita mágica fueron cuatro palabras que les hicieron ver la realidad desde otra perspectiva.
Todos tenemos una varita mágica dentro y es la actitud, cuando pasamos de la sonrisa invertida a la sonrisa con todas sus letras,sin lugar a dudas también suena ése "tilinnnn tilín... ***" y lo oscuro se vuelve blanco aunque sea un pasar progresivo del negro al gris hasta llegar al negro desteñido que se vuelve luz y alumbra lo que antes no podíamos ver, alumbra las oportunidades que estaban escondidas detrás de tanta oscuridad y es la OPORTUNIDAD la que nos sirve de faro en la noche más oscura.
Mi varita mágica, en ése sentido, funciona correctamente, lo que a veces hay que darle un par de toques como quien golpea el mando del televisor para que suene ése "tilíiiin, tilín... ***" Si la intención de mejorar el presente para cambiarlo existe... ¿porque a veces tarda en convertirse en algo mejor? Imagino que existe otro factor no manejable, que es el factor suerte... Pero los más sabios incluso también tienen otra respuesta; - lo que ha de venir vendrá, en el momento OPORTUNO- y ¡¡otra vez hablamos de oportunidad!!.
Hace no mucho publiqué una entrada en mi queridísimo facebook:
Y tal vez sea eso por lo que mi varita mágica tarda en sonar... porque debe esperar "el momento adecuado" que sin duda llegará. Pero para jugar bien las cartas hay que estar en el momento presente, estudiando los movimientos, escuchando el pálpito del corazón que nos mueve, aquietando el pensamiento y enfocándolo hacia nuestra meta. ¡¡Hay que estar despiertos!!
Y cuando estamos despiertos sentimos cuando está aqui la oportunidad y cuándo debemos de dar el toque firme de la varita mágica.
El problema es que soñamos mucho pero con los ojos cerrados, y hay que saber soñar pero con los ojos abiertos.
Me he desviado un poco del tema... hay cosas que no se pueden cambiar, obvio está, no puedo modificar de golpe la actitud de mi jefa, despótica donde las haya, pero mi actitud hacia ella sí y la verdad que cuando le contesto suavemente así como se dice por ahí, me la meto en el bolsillo.
La aguja del depósito de gasolina parece que no está tan abajo cuando siento que me sobra el dinero para llenarla. Por lo que al fin y al cabo, lo que llego a concluir de todo es que la vida es una percepción y es tan moldeable que depende de nuestra varita mágica para modificarla.
En fin... me voy y desaparezco... tiliiiin tilínnnnn ******
No hay comentarios:
Publicar un comentario