miércoles, 10 de febrero de 2010

Ladrones del tiempo


Me pregunto hasta qué punto deja de ser generosidad y empieza a convertirse en "ser tonta" básicamente. Me siento defraudada. Y ésta sensación me da ganas de llorar y de gritar a todo pulmón: NO ME DA LA GANAAAAAAAAAAA!!!

Tal vez sea éso, que no sé decir que no, el problema tal vez es, que no me siento "obligada" a hacer favores, a prestarme a ayudar a alguien... no, sencillamente pienso en la "ley del espejo" en que todo lo que das se devuelve, en que me hace "sentir grande" ayudar a alguien que necesita de mi ayuda, pero ahora... hoy mismo y en este momento, pienso que más que necesitar ayuda, lo que hacen es aprovecharse de la buena voluntad.

Lo que me decepciona es que muchas veces, todo lo que hago, lo hago a cambio de nada, un nada con cierto trasfondo que no le hace estar totalmente vacío. Lo hago porque creo que el día en que yo me vea necesitada, tendré a alguien al lado que se preste a darme la misma ayuda, venga por quien venga, considero que el universo es lo suficientemente grande como para que alguien quiera actuar desinteresadamente en ayudarme, lo hago porque pienso que me pagarán de otra forma, o bien que voluntariamente me pagarán cómo es debido... pero a la hora de la verdad, todo el mundo barre para su casa (me encanta esta cita, últimamente parece que es el título de éste capítulo de vida que estoy viviendo).

Ciertamente, a todo lo que hago no le pongo un precio, y ése es el error, es mi TIEMPO mi grandioso tiempo que regalo así porque así a personas que no son capaces de agradecérmelo, es mi CREATIVIDAD, mis IDEAS, es MI ENERGÍA... es tanto que doy y doy que inevitablemente termino por quedarme vacía, sin tiempo para mi, sin ideas para mi, sin fuerzas.
¿Es justo regalar nuestras capacidades? creo que no.
Es difícil ponerle precio a nuestros consejos, a nuestras intuciones, ponerle precio a nuestra energía que regalamos dando tranquilidad a otros... pero ¿y dónde están las gracias? realmente no se espera una palabra simplemente que suene fonéticamente así: "gracias", sino en otro tipo de agradecimiento que esconde mucho más, es un: yo estaré mañana cuando tú lo necesites...
Pero lo triste es que ése mañana, cuando llega, te sientes sola, y sin las fuerzas que despilfarraste ayudando a otros.
Somos egoístas por naturaleza, tal vez, es a causa del instinto de supervivencia, no lo sé. Pero lo que sí sé es en dónde está mi error, en no valorar mis facultades, no valorar mi tiempo (del que me sobra poco) en no saber poner un precio a todo lo que doy y a lo que soy capaz de dar infravalorándome, y sí, la ley del espejo actúa, pero no en la proyección que esperaba, los demás... terminan también por no valorarme cómo es debido. Tengo pensado que:
  • a partir de ahora, no regalaré mi trabajo...
  • a partir de ahora, pensaré a quién le puedo regalar mi tiempo y mis sonrisas sin esperar nada a cambio
  • a partir de ahora, pensaré en quién emplear mis energías para ayudarle a salir de un apuro...

Sincerándome conmigo misma, creo que tanto "regalo" hacia los demás, es para conseguir la aprobación de otras personas, ¿pero realmente necesito éso? pierdo más demostrándo quién soy... los que me quieren, ya deberían saberlo.

Mi tiempo es VALIOSO... creo que ésta, es la ensañanza de hoy.
Pensaré para qué causa empleo mi tiempo.... se acabaron los ladrones de tiempo!

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