lunes, 13 de febrero de 2012

Inyectándome motivación

Probablemente existan más motores u otros tipos de gasolina que nos motivan a movernos, pero yo solo me alimento de uno principalmente y este es la MOTIVACIÓN.

Siento que de un tiempo para acá busco motivación constante... es como si quisiera mantener la mente siempre ocupada o como si quisiera llenar todos los rincones de mi mente con nuevos conocimientos. Ya no me vale profundizar en lo conocido (o bien sí) pero busco expanderme más y más hacia explotar al máximo mi cuerpo o mi creatividad.

No me refiero a una explosión en sí entendida como saturación, es como si me representara como la chica de la foto, busco sentirme PLENA.

Estar motivados es quizá el verdadero empuje para levantarnos cada mañana, para buscar emociones o satisfacciones nuevas. A veces no encontramos en la rutina diaria factores motivantes que nos hagan superarnos cada día, sino que todo es igual, o ya no existen retos que superar porque de alguna manera hemos llegado al "culmen" de una situación. Adornar ésa vida plana con motivaciones paralelas hará que la realidad no solo sea más llevadera sino más emocionante.

Seguro que cuando estamos motivados en algún fin de nuestra vida contagiamos ese entusiasmo a todos los factores que la completan, incluso aquellos que nos gustaría cambiar y que por circunstancias, no han cambiado.

Cuando estamos motivados en algo, los demás pueden vernos más atractivos pues vivimos con una pasión, aunque esta sea temporal o estacional. Simplemente vivimos bajo una corriente creativa que hace explosionar lo mejor de nosotros mismos.

Leí que uno de los factores motivantes que existe en esta vida es el AMOR, y es verdad, por amor, se consiguen muchas cosas. Cuando estamos enamorados nos llenamos de energía que si la sabemos aprovechar la redirigimos hacia nuestras metas profesionales o artísticas y obtenemos mucho más que estando en estado "pasivo". No tenemos porque estar enamorados de una persona, podemos enamorarnos de un arte o una profesión. Lo importante es sentir pasión. Y cuando esa pasión se agota inyectarnos motivación aunque sea en otra disciplina totalmente contraria a lo que estamos desempeñando. Lo importante es sentirnos no solo vivos, sino con GANAS.

Y así estoy, aprendiendo muchas cosas nuevas, probando nuevos deportes, poniéndome nuevos retos, aprendiendo manualidades... ¡¡todo es posible!!.
Me siento con una inquietud bastante creativa a la par que ciertamente intrigante... ¿porqué tengo esta sed desmedida de iniciar y hacer cosas nuevas?
Tal vez para tapar la realidad y mantenerme "entretenida" mientras que las cosas me dan una nueva oportunidad de cambio... Quizá para no hundirme en la lucha de una meta porque veo que el camino es más largo y agotador del que pensaba. Sí, creo que estoy adornando mi camino, para no rendirme en la lucha, para buscar motivaciones en otros aspectos... que aunque no vayan en la dirección de la consecución de mis sueños me inyectan la energía necesaria para seguir luchando por ellos aunque sea en paralelo. Lo importante es alcanzar altura. :-)

jueves, 2 de febrero de 2012

La importancia de relativizar




Las personas que dicen tener un problema muchas veces es porque están encerradas en una situación y no se toman el margen de ver las cosas desde otra distancia u otra perspectiva. No me gusta utilizar la palabra problema sino mejor dicho: preocupación.

Es cierto que todo tiene un grado pero también es verdad que todas las situaciones se presentan como un prisma en el cual somos los responsables de quedarnos con solo una visión de ese prisma o bien, explorar para poder lograr concedernos una visión más amplia.

Considero que relativizar es la mejor de las opciones para vivir plenamente nuestra situación presente, dejar de focalizar nuestros pensamientos en preocupaciones y disponernos a saborear los aspectos de nuestra vida a los que habitualmente no le prestamos atención y que cuando faltan, hieren.

A veces, centramos nuestra existencia en la consecución de un fin, una meta. Eso está bien, pero cuando esta no llega o tarda en llegar convertimos el sueño en una frustración, una preocupación. El centrarnos cada día en la ausencia de esa "necesidad" (a veces ficticia) hace que flaqueemos nuestras energias y las expongamos a un estado enfermizo, a una enfermedad del ánimo que nos suma en pesimismo y depresión.

Relativizar me permite, además de restarle importancia a las circunstancias (como su propia definición indica) a vivir en un mayor estado de plenitud en el momento presente.
He comprobado que a veces, no sabemos lo qué estamos deseando, quizá deseamos algo que ni tan si quiera conocemos bien como para saber que eso nos conviene y focalizamos toda nuestras fuerzas y energías en un único fin. Si este no se da, es que quizá no debe darse o porque no coincide con las coordenadas de nuestro sueño, pero cuando uno se obsceca, no es capaz de ver con claridad y se confunde.

El anticiparse a las situaciones también hace que uno despilfarre sus herramientas presentes. El temor a lo desconocido es desde ya una úlcera que crece y nos contamina.

Relativizar es una fórmula perfecta para seguir sonriendo y agradeciendo lo que uno tiene y una forma de entender que el mundo no se acaba si nuestro plan predefinido no está saliendo tal y como desearíamos, puesto que tal vez, el mejor plan ya este sucediéndose o porque buscamos en el futuro con inconciencia la herramienta que tenemos ya en el presente. A veces hay que mirarse los pies para averiguar cuál es la mejor forma de avanzar.

Agradezco que algunos planes no salgan como quisiera, primero porque a veces deseo sin saber, y segundo porque me dan la oportunidad de replantear MUCHO MEJOR mis aspiraciones, me dan la oportunidad de evaluar mis herramientas y de sentirme respirar.

Considero que cuando uno no alcanza lo que quiere, es porque aún no sabe bien qué quiere, o porque éso que desea no es realmente lo que necesita. No hay errores en la armonía del universo, el único error reside en nuestra manera de analizar y entender las cosas. Somos caprichosos y muchas veces no sabemos disfrutar el regalo que ya tenemos, cuando sepamos hacerlo, cuando sepamos qué necesitamos realmente, estoy convencida que la suerte no se nos resistirá.

viernes, 27 de enero de 2012

Un deseo de amor


Al ver esta foto, lo único que me despierta es ternura y emoción, pues se me hace un nudo en la gartanta. Me recuerda la imagen de mis abuelos, ellos que se quisieron tanto, que pasaron buenas y malas épocas, momentos duros y otros muy felices.

Así me imagino yo contigo, así quisiera estar un día, dentro de muchos años, sintiendo aún el apego a ti fruto también de una vida compartida.

Estaríamos echando la vista atrás (pues al frente poco queda mirar sino disfrutar de lo vivido y sentir los recuerdos, si nos ayuda la memoria...) contádonos todas aquellas batallas que superamos juntos, los retos logrados... de cuando sufríamos por conseguir algo y al final lo pudimos alcanzar (o no, pero seguro que sin haberlo logrado hubiéramos sabido el porqué) ... de los momentos cruciales de nuestra vida cuando dejamos algo para empezar otra cosa, cuando abandonamos un lugar para ir a otro.

De aquellos momentos cuando dijimos "si quiero", de las nuevas personas que vendrán a nuestra vida...

Amor... ahora es un deseo de seguir compartiendo nuestros días, de seguir apoyándonos y que ese sentimiento no se muera a lo largo de los años.

Hoy estamos aqui, queriéndonos y si este amor se prolonga, un día estaremos así, fijando la vista en el mar logrando reconstruir el pasado, revivir los comienzos y empezando de cero otra vez nuestra vida para regresar a la emoción del primer beso, del primer te quiero, del primer "si".

Espero y haré lo posible de que esto sea para siempre incluso más allá del océano, más allá de la existencia física.

Eres huella imborrable en mi.

Abrirse paso en la vida

"Abrirse paso en la vida"
Cada vez que voy a escribir un post nuevo busco el significado en internet del tema del que quiero hablar... Hoy quiero hablar de "luchar", y el significado más bonito que he encontrado es éste: "Abrirse paso en la vida"... el más bonito y el más acertado en mi caso.

Luchar tiene en sí connotaciones negativas y muy positivas. Cuando uno está inmerso en una lucha te ciega el objetivo, aunque a veces este está dominado profundamente por la ira o el odio y hace que sea inmenso, pero también existen otras emociones con igual fuerza, siempre y cuando las focalicemos hacia un gran convencimiento; estas son varias; fe, entusiasmo, ilusión, pasión, vocación...

Si logramos que esas emociones sean lo suficientemente potentes al igual que uno lucha en una pelea para defenderse y apenas siente los "daños colaterales" a causa de la profunda adrenalina focalizaremos todas nuestra energía en el objetivo.

Siempre me he reido de las películas de acción y peleas cuando uno de los contrincantes le clava un cuchillo al otro y su reacción es como si le hubiera dado un retortijón y en unos segundos se repone y sigue luchando...¡¡¡como si nada!!!. Siempre le decía a mi novio que a mi, con un simple bofetón en el primer asalto ya estaría revolviéndome en el suelo. Él me dice, que en ese momento ¡¡no te enteras!! que la adrenalina es tan grande que no sientes dolor (a no ser que sea un golpe mortal).

Existe otra historia real de un bombero que entró arriesgando su vida para salvar a unos niños en una casa, vi las imágenes en Tv... el bombero salió completamente quemado, andando por su propio pie, sin ropa (se la había quemado toda) y sin quejarse del dolor... no se había "enterado" de que se había quemado por completo, en esos momentos no sintió dolor. Las imágenes captaron como el bombero, una vez que había salido de la casa y rescatado a todos sus ocupantes, exhausto reaccionó y con cansancio se sentó, ni si quiera se quejaba, por él mismo decía que no necesitaba ayuda. Una vez sentado en el césped del jardín se desmayó... y jamás despertó. Me impactó demasiado esa imagen.. y después de muchos años aún me emociona.

El bombero estaba tan metido en su causa que no sentía dolor físico.

En la vida, el factor motivante es aquel que nos ayuda a luchar encarecidamente, ciegamente, absortamente hacia la consecución de nuestros objetivos, y cuando es lo suficientemente fuerte, los daños colaterales no nos suponen ni el más mínimo impedimento para seguir andando. La motivación, el entusiasmo, la FE nos ayuda a seguir luchando, abriéndonos paso en la vida para llegar hasta donde queremos.

Lo que a veces la lucha se prolonga tanto en el tiempo que la motivación va menguando, el entusiasmo se va evaporando y la fe se convierte en plegaria.
El truco es inyectarnos motivación y palabras de autoánimo cuando las cosas no salen como quisiéramos, cuando pasa el tiempo corriendo y no vemos la meta, y ya estamos sedientos, exhaustos.

Ése es mi propósito, hacerme lo suficientemente "fuerte" como para que los daños colaterales no me derrumben. Seguir "ciega" hacia mi propósito... y casi que además de ciega, SORDA... escuchar las noticias es casi igual que recibir miles de bofetones a nuestros ánimos, siempre se repite lo mismo, cifras del paro que suben, crisis, falta de dinero...

Quiero meterme en mi burbuja, quiero luchar y seguir buscando dónde está mi huequito. No quiero escuchar frases negativas, no quiero sumarme a esta corriente de fatalidad que impera en la calle.

A veces me siento desamparada entre mis sueños y casi que miro al cielo y pido ayuda sobre con quién poder hablar. Ya he optado por no hablar con nadie "terrenal" por así decirlo. La gente está tan enchufada al pesimismo, que enturbian mis metas con sus ideas negativas, no necesito que mis sueños se salpiquen de la negatividad ajena, por lo que mi lucha es preservar mis sueños, mis movimientos, mis intentos para no influir malamente en la divinidad de las ilusiones... y eso me lleva a guardar en un tarro mis inquietudes protegiéndolo de personas que no están en la misma vibración que yo. Hoy día es todo un descubrimiento hablar con alguien que tenga una visión de futuro positiva.

Seguiré mi lucha incansable, aunque a veces me pare a llorar... aunque a veces me tome un tiempo para meditar, dormir, abandonar las "armas". No perderé mi objetivo, mi meta...

Lo único que sé, que si se deja de luchar no conseguiremos nada, y aunque el trabajo no sea exterior luchar también supone una batalla interna para mantener nuestros sueños en su sitio, para seguir manteniendo el optimismo, la energía, la motivación, la fe... La lucha interna y emocional es cansina pero solo se alimenta de pensamientos positivos.

Seguiré luchando. Con fuerza, sin sentir los daños colaterales de nuestro intento.