viernes, 28 de enero de 2011

Buscando el príncipe perfecto


No voy a describir cuáles son las pautas para encontrar un príncipe "perfecto" porque yo al menos, ¡¡tampoco lo sé!! pero creo que tiene muchíiiisimo que ver con el cuento popular.
Para encontrar al príncipe, primero; hay que besar al sapo.

Y así es... Hay sapos que tienen "semi-apariencia" de príncipes, pero sólo el tiempo, la dedicación, las disputas, las peleas, las reconciliaciones y los acuerdos hacen que terminen en convertirse en príncipes semiperfectos o perfectos (para las más afortunadas), en pseudopríncipes o bien salen croando y aún más verdes, de cómo entraron en nuestras vidas.

Yo he encontrado muchos sapos en mi vida, y hasta ahora, un único proyecto de príncipe, que es con quién estoy. Los sapos anteriores, volvieron todos al río aunque a muchos les ví salir en caballo blanco en busca de otra princesa, pero al menos para mi, seguían teniendo cara de sapo, así que no me valieron como príncipe.

Considero que la idea de las relaciones perfectas, los cuentos de hadas, los príncipes azules y las películas de Hollywood de amor y romanticismo nos han hecho mucho daño. Porque éso, de antemano, NO EXISTE y digo de antemano porque puede convertirse pero a lo largo del tiempo. Será así, cuando se llegue a un entendimiento casi-perfecto (porque ni nosotros mismos llegamos a entendernos al 100% como para que lo consiga otro).

Creo en el enamoramiento, en el flechazo, el amor a primera vista, en las mariposas en el estómago, en estar en las nubes y también creo en los espejismos, las falsas promesas, en caer de sopetón al suelo y darte cuenta de que ¡¡aquello fué tan sólo un sueño!!. Y es verdad, enamorarse tiene un 50% de realidad y un 50% de ficción, y ése 50% ficticio corresponde a las partes que aún no conoces de ésa persona y que tardas y tardas en conocer. Por lo que no descubres si es príncipe o un sapo a primera vista, aunque sí que pueden parecerlo en una primera impresión pero creo que éso tan solo se descubre con el tiempo y cuando tu relación ha pasado a convertirse en relación estable. Cuando se convierte en "estable" empieza a perder encantamiento, a nosotras se nos cae el pecho, se nos ensanchan las caderas y a ellos se les cae el pelo y les crece la barriga, hipotéticamente claro, porque creo que lo que ocurre es un cambio en nuestra percepción de la realidad y comenzamos a ver realmente quién era ése príncipe que nos sedujo el primer día.

Creo que en en todas las parejas existe algún tipo de problema, un problema que se puede subsanar con amor o que sin embargo hay que aceptar maduramente y afrontarlo abandonando la relación en busca de otro proyecto de príncipe.

Jorge Bucay es uno de mis eminencias con lo que respecta a la psicología de la pareja, últimamente me he vinculado mucho a él y le sigo. Releeo lo que ya me leí, que ahora entiendo de otra manera, y descubro nuevas cosas de él; escritos, vídeos, relatos, etc. ¡Me encanta éste hombre!, porque me ayuda a seguir viendo la maravilla del amor y a su vez, a ser realista.
"Amarse con los ojos abiertos" es una de sus obras que descubrí siendo mucho más joven y me encantó en su día. Y creo que así, simplemente con lo que describe su título, debería ser el amor, porque tiene que dejar de ser ciego por una vez para que sea real, y tiene que dejarlo ser para que verdaderamente nos enamoremos de la persona que tenemos en frente y restemos a ése 50% de ficción al menos un 45%.

No sólo es ver al otro tal cual es, sino "hacernos el uno al otro", La frase popular que escuchamos a veces de "son el uno para el otro" tiene que haber tenido una historia detrás; el "se hicieron el uno para el otro". Porque es tan sólo así como los sapos se convierten en príncipes y las ranas en princesas. Al conocernos sólo somos sapos y ranas bailando en un charco con los ojos tapados pensando que, al hacerse de día (al transcurrir del tiempo) seguiremos viendo al príncipe o a la príncesa con quién pensábamos que bailábamos.

El AMOR, dicho con mayúsculas, cuando se le dota de valor, (se lucha por él y se cree en él) mueve montañas... Y ésta frase no la digo yo. Mueve montañas porque es cambiar los defectos que le hacen daño al otro o a la pareja cuando sea necesario; los celos, las faltas de atención, las malas palabras o los gritos y el sinfín etcétera.
Teniendo en cuenta lo duro que es mover una montaña de su sitio, el amor verdadero, lo convierte en realidad.
El amor mueve el mundo, y puede cambiar hasta lo más difícil.

Es verdad éso de; "las personas no cambian" en parte sí, y es una triste verdad porque a la mayoría de la gente se le hace demasiado pesado cambiar, su mal carácter está demasiado enrejado a su personalidad y confiesan que es que simplemente "son así". Las actitudes pueden cambiarse al igual que se cambian los hábitos pues cada uno elige su actitud y son las actitudes las que hacen cambiar la personalidad, por mucho que algunos prefieran no hacer el esfuerzo.

"Elijo estar triste - mañana también elijo estar triste - soy triste - empiezo a convertirme en un ser pesimista y deprimido - soy un pesimista y un deprimido. "

Es difícil, hay que tener voluntad para cambiar como también hay que tener voluntad de saber querer bien al otro. ¡¡Quiéreme bien!!

Yo tampoco voy a ser menos, soy ranita a veces pero sé que cuando quiero, soy una princesa de los pies hasta la corona, y mi sapito cuando quiere es mi príncipe.
Y lo mejor de todo, que cada día está queriendo más ser mi Príncipe, y así le veo, ¡como un príncipe! le veo con los OJOS ABIERTOS y fuera del charco.
Éste "querer ser" es lo que me demuestra que realmente me AMA y con letras mayúsculas, es lo que hace que yo también "quiera ser" para él y que construyamos con conciencia nuestro particular cuento de hadas. Y para ello, requiere de nuestro esfuerzo para poder mover las montañas que sin querer o sin darnos cuenta, ponemos en nuestro camino.

Amarse es algo distinto que el baile inicial en aquel charco cuándo no sabíamos con quién bailábamos. Amarse en hacerse el uno para el otro y construirse juntos un cuento de hadas. Hay que "hacer" la pareja y no tan sólo "encontrar" la pareja.
Ése es el daño que nuestra sociedad utópica nos ha inculcado a través de las películas y los libros al pensar que debemos simplemente encontrar el príncipe cuando lo que creo es que tenemos que convertir a sapos en príncipes dándole un beso (un beso de verdad, con real sentimiento).

Yo a veces veo como a mi príncipe se le cae ya la piel de sapo, y ahora, después de dos años y medio, le miro a los ojos y sé que le brillan como me imaginé que lo hacían cuando bailaba con él la primera vez. Ahora lo sé porque le miro con los ojos abiertos y porque sé que estoy al menos un 80% enamorada de ÉL (aún un 20% lo dejo para la ficción).


Te quiero mi ¡¡principe!!. Eres perfecto para mi y semiperfecto cuando croas sin "darte cuenta" pero en mi fondo, estoy satisfecha de ver que quien me imaginaba que eras está haciéndose realidad, y cada día más.

Que nadie diga que nuestro amor, no puede mover montañas, porque tú las has movido y las mueves. Gracias por amarme y por querer darme una vida de princesa porque ahora sí que empiezo a creer en serio que a tu lado, es posible.

¡¡Nos veremos esta noche en nuestro Reino!!
Te amo.

2 comentarios:

  1. MI niñitaaa, que linda!! :-)

    Yo estoy muy contento de ser tu príncipe y seguiré tratándote toda mi vida como una reina, no solo porque te lo mereces si no porque realmente lo eres para mi (por cómo me siento a tu lado y lo que soy cuando tu estás)

    TE AMO!

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