viernes, 4 de febrero de 2011

Mi amiga del alma....




Qué importante es tener una amiga en ésta vida, y mejor... una buena amiga.
Cuando somos niñas, nos es super importante tener una "mejor amiga" que alguien adquiriera ése título a veces comprometía a la otra persona que tú también lo fueses para ella. Y desde ése momento en que se juraban "mejores amigas" comenzaba la promesa de estar juntas siempre, para lo bueno y para lo malo. Es como jurarse fidelidad eterna

El concepto de "mejor amiga" encierra para mi muchas lágrimas. Lágrimas de pequeños dolores y lágrimas de muchas alegrías a la vez.
Cuando fuí niña, tuve las experiencia de saber qué significaba el concepto de "mejores amigas", tuve más de una que se marcaron por épocas, y cada relación fue distinta, ajustada también a la época en que vivíamos. Especialmente tuve dos y a una tercera que la bauticé como hermana, porque ¡¡no podía tener dos mejores amigas a la vez!! cuando eres niña o adolescente es como tener dos novios y creo que entre las amigas ése título sólo puede tenerlo una. No existe la "bigamia" en la amistad de las "mejores amigas".

Me es difícil centrarme en este tema sin que se me forme una pelota en la garganta como si fuera una sopladera llena de agua a punto de estallar.
Hablo hoy de éste tema, porque justo ayer pensé en la calidad de la mejor amiga, ésa mejor amiga que tuve siendo muy niña y ésa otra que tuve siendo adolescente hasta que me convertí en casi-adulta. Después de la segunda, ya dejé los títulos de mejores amigas y me centré a cultivar buenas amistades y punto. Es como si ya hubiera adquirido matrimonio una vez en mi vida, pasado por una "separación" y volviera a casarme nuevamente jurando fidelidad enterna, entrega, incondicionalidad y todo éso que comprende las buenas amistades.

Dos matrimonios intensos, dos separaciones y la ruptura con ésa hermana (que hoy día ya es más bien una prima a quien igualmente quiero), me marcaron, y podría decir que igual, no he superado. Aunque no sé si superar significa dejar de emocionarse al recordar que ése alejamiento me hizo muchísimo daño y que revivir aquellas situaciones de incomprensión al verme sola me rompían en dos.





Sé que existen amigas y AMIGAS. Sé que a veces nos vinculamos estrechamente a determinadas personas, no por dependencia, sino porque existe un hilito transparente que te une a ellas como a las almas gemelas.

Pues bien, creo que encontré tres almas gemelas en mi vida. Tres grandes amigas, tres grandes mejores amigas (o dos mejores amigas y una hermana) que como los grandes amores se tardan en olvidar, pero con la ventaja de que yo jamás les olvido y tengo la suerte de seguir compartiendo con ellas mi vida aunque ya no sea igual que antes.

Ayer me llamó la primera persona que adquirió el título de mejor amiga, alguien de quien tan solo al hablar de ella me trae buenos recuerdos y una gran sonrisa. Nos encontramos con 5 años en primaria y nos separamos a los 14. Tuvimos una relación complicada ¡como en todas las primeras relaciones!, la verdad que le traté un poco mal, le ajuntaba y no le ajuntaba a mi antojo (típico de niños) ¡pobrecilla!, qué daño le hice y cuántas veces me lloraba queriendo volver a ser mi amiga. Pero logramos limar todas nuestras asperezas y conseguimos tener una relación sana y envidiable. Sana porque entre nosotras todo siempre fué respeto y admiración y aunque pasamos por nuestros pequeños baches nunca nada hizo que nos enfadásemos.
Distintas pero a la vez muy iguales. No sabía todo lo que me importaba y necesitaba hasta que fuimos a distintos institutos y me di cuenta de lo que le echaba de menos. Somos muy sociables así que no nos costó volver a hacer amigos, pero yo le seguía echando en falta igual.
Seguíamos viéndonos, pero yo añoraba ése día a día. Añoraba ése aprender de ella y ella de mi. Esa comunicación tan rica. El día a día se fué extendiendo más en el tiempo y pasó a ser nuestro mes a mes y éste a su vez a ser nuestro año a año.

Cuando me fui a la universidad, ambas nos fuimos fuera de ésta tierra y los encuentros se limitaron al verano, pero lo sorprendente, es que pasase el tiempo que pasase siento que seguimos siendo las mismas, que nos conocemos tanto que no dudamos en saber quién es la otra.
Hoy día profesionalmente trabajamos juntas en determinados proyectos, y me siento tan orgullosa de ella... tan orgullosa de ayudarle en sus sueños y de ser partícipe de todos sus comienzos. Ella es así, alguien a quien admiro y ella es así conmigo, alguien que me admira. Ésta si que es una amistad de la buena. Quien diría que con las personas con quien te cruzas a los 5 años pueden marcarte para siempre.



Cuando llegué al instituto una chica muy muy tímida se acercó a mi y al final de curso, ALGO hizo que mi curiosidad aumentase en ella, existía un feeling entre nosotras muy potente y con tan sólo una mirada ya nos entendíamos.
Se convirtió en mi segundo matrimonio ;-) , ella sí que se ganó el título de mi amiga del alma, porque por ella, podría dar la vida.
Imagino que aquella época, con 14 años, en que la vida empieza a mostrarte su cara más amable y también la más dura, es necesario compartir con una persona tus experiencias, tus llantos y tus preocupaciones. Y ella fué la persona que estuvo a mi lado a lo largo de mi proceso de cambio y de pequeños tropiezos a quien tan sólo conté a ella.
Superamos juntas las penas y batallamos en guerras. Fuimos dos luchadoras que no dejaban de reirse, que se enamoraron por primera vez y que compartieron cada detalle con la otra.

Intensa relación. Jamás nadie me conoció tanto como ella y creo que era la única que le conocía al 100%. Y quizá fué éso lo que hizo que ésa relación se rompiera.
Cuando fui a la universidad me trasladé a la península y seguimos con ése contacto estrecho y ésa necesidad común de estar juntas, después de 6 años regresé a mi tierra y ya no me la encontré, ya ella no estaba, no estaba físicamente, pero tampoco le sentía cerca, al poco tiempo volvió pero ya no estábamos la una para la otra como antes.

Algo cambió e imagino que ya no nos hacía la misma gracia conocer tanto la una de la otra pues las privacidad pasó a ser transparencia entre nosotras y no teníamos intimidad. Prácticamente; lo sabíamos TODO e incluso nos reprochábamos cosas como si hubiéramos adquirido la vida de la otra o las relaciones amorosas de la otra.
Y algo pasó, ése algo que tampoco entendí y me quedé sin "mejor amiga" ahora tan sólo somos una ilusión de aquello que fuimos, pues la ruptura me supuso tanto dolor que aunque el hilo transparente siga tirando de nosotras,sigue existiendo una herida que nos impide volver a ser como fuimos antes.

Ella se distanció de mi sin darme explicaciones o las explicaciones quizá, no me bastaban. Jamás lo entendí, aún así he mantenido la puerta abierta siempre, ella me permite que yo le busque y yo que ella me encuentre cuando lo necesitamos. Nuestra amistad sigue viva aunque ya no lata con tanta fuerza.
Existe ésta pena que no puedo olvidar c
omo cuando una pareja te es infiel. Puedes perdonar, pero el dolor muchas veces sigue siendo inmune con el paso del tiempo.
Sé que la amistad se mueve en otro terreno y tal vez la lealtad y la fidelidad se mida con otros vasos de medida, pero igualmente a mi me dolió.

Sigue siendo mi alma gemela, por éso continúa en mi vida y yo en la de ella, quizá de otra forma, bajo el título de "meramente" buena amiga, pero creo que es más bien por lo que fuimos. Hoy tan sólo quedamos para tomar un café y nuestros problemas o preocupaciones más íntimas quedan en el reservado. Hubiera deseado que nos mantuviéramos como aquella época. A veces le miro y sé que mis ojos aún le dicen:
- Cómo te sigo echando de menos - porque aunque estemos ahí es obvio que ya no estamos como antes, me escondo ante ella.

No logro averiguar porqué me duele tanto, porque me siento tan defraudada. Quizá porque me importa demasiado y porque gracias al amor que sentía por ella y por la realidad de nuestra amistad le perdoné todo y no me mantuve nunca lo suficientemente lejos como para que ella perdiese el contacto conmigo, simplemente le esperé, y volvió. O tal vez fijé altas expectativas en ésta relación y no se cumplieron.

¡¡¡Como duele querer a alguien!!! y más cuando quieres de verdad. Ni se imagina lo que lloro por ella, por todas ésas veces que le eché de menos a rabiar y no pude ir a buscarle, creo que no sabe el daño que me hizo el separarnos y lo que aún me duele. Pero lo que sí sé, es que yo le juré amistad incondicional y aún sigo aqui y creo que seguiré siempre.


Y con ésa hermana que pasó a prima, otro tanto de lo mismo. No voy a contar la historia, pero lo único que sé es que no quisiera fallarles, porque aunque quisiera yo jamás podré desvincularme de ellas, no me preguntes porqué... no lo sé. Sólo sé que mi alma les necesita. Necesitará siempre a éstos 3 ángeles que encontré en vida.

Existen más amigas, más buenísimas amigas... pero creo que ya a estas alturas a nadie le adjudicaré ése título de "mejor amiga". Fué un cuento de niñas pero a la vez, también como un cuento de hadas.

Sólo quisiera decirles a todas ellas, que gracias por seguir estando en mi vida, en fotos, recuerdos o compartiendo algún café de tarde en tarde. En el fondo sé que a ustedes les pasa como a mi, que siempre me buscan, incluso subconcientemente, es lo que tiene estar unidas por un hilo transparente. ;-)

AMISTAD que palabra más bonita y qué gran significado cuando se encuentra y se siente sincera. Existe de verdad y puede ser tan puro y tan doloroso como el buen amor.

Mis amigas, son las mujeres de mi vida. Y a ellas incluyo, mi madre, mi hermana y mi abuela.
Les necesito y les seguiré necesitando siempre estén donde estén y allá donde yo vaya. ¡Les quiero!

2 comentarios:

  1. Que bonito... De verdad que la amistad es una cosa maravillosa. Y para encontrar una amiga que nunca te va a fallar, no es muy dificil solo tenemos que voltear a ver a nuestra Mama. Nuestras hermanas que siempre estaran ahi, y claro, esas amigas que se van convirtiendo en seres tan importantes como una misma hermana. Una hermana que Dios nos ha dado la gran oportunidad de escoger! :D

    Alma G.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Alma... la verdad que una amiga es un tesoro... ¡¡como dice el dicho!! y son tan necesarias como el aire.

    un besito y muchas gracias por comentar!

    ResponderEliminar